Día del Rollo

Una de las celebraciones más populares de l'Alcora, junto con la procesión de Cristo, es, sin duda, la Fiesta del Rollo.

El Lunes de Pascua, l'Alcora se viste de fiesta y de gozo para acoger, como cada año y desde tiempo inmemorial, los niños del pueblo y otras poblaciones vecinas que acuden a participar en la Romería de Niños (considerada la única romería del Estado en que los protagonistas son los niños) y para el posterior reparto de los rollos.

La tradición popular marca el inicio de esta romería a mediados del siglo XVIII, cuando una terrible sequía asolaba los cultivos de l'Alcora. Ruegos y plegarias no eran suficientes para conseguir cambiar esta voluntad divina.
El Consejo Municipal determinó enviar una embajada de niños, menores de siete años a la ermita más alta del término municipal, San Cristóbal, porque, desde allí, mucho más cerca del cielo, hicieron llegar sus súplicas al Padre Dios.

Los niños y las autoridades religiosas se cerraron en el interior de la mencionada ermita durante horas, entre ruegos y oraciones, volviendo más tarde a la población

Al cabo de unos días, una formidable lluvia regó los campos, salvo las cosechas. Por esto, y en señal de gratitud, una vecina dio en el pueblo unos sacos de harina, con los cuales se elaboraron unos rollos con llavoretes que se repartieron entre todos los niños. Esta es la leyenda popular del origen de la fiesta.

Actualmente, la Fiesta del Rollo rememora este hecho con una Romería de Niños que, acompañada de música popular (“dolçaina i tabalet” y, en los últimos años, rondalla de cuerda), se traslada hasta la Ermita de San Cristóbal. La Romería de Niños va seguida de todos aquellos que desean participar de la fiesta, sin limitaciones de edad o procedencia.

La romería, presidida por una cruz, seguida de los monaguillos, la chavalería y las autoridades religiosas, que llevan la reliquia de san Cristóbal, discurre desde la iglesia parroquial (279 m) hasta la cumbre de San Cristóbal (429 m), en un itinerario de poco más de un kilómetro en el cual se salva un desnivel de 150 m.
Tots els participants en la romeria són obsequiats amb una cinta commemorativa de la festa i un rotllet de pa.

Al llegar a la ermita, se celebra una misa de acción de gracias, rememorando el favor que Dios hizo en el pueblo, en la cual se recitan las plegarias y se cantan los gozos en el Santo. Después, se almuerza con tortillas de ajos tiernos, habas y la tradicional mona de dos huevos.

Cuando finalizan los actos a San Cristóbal, más de 2.000 personas bajan en dirección al pueblo por el camino serpenteante, primero por la montaña abierta y después por las revueltas del recinto del Calvario, entonando los tradicionales cantos de “Solispassa” que resuenan en todos los alrededores, hasta que llegan a la población situada al pie de la cima.

“Ous, ous, bona coca i bon dijous.
El dijous de matí,
bona coca per a mi.
El dijous de vesprà,
bona coca amb cansalà.”

“Angelets del cel
baixareu a Pasqua
ous i caragols
i fulletes de carrasca”

La orden de la comitiva varía en la bajada, presidida por las autoridades religiosas con la reliquia, despué la cruz, los monaguillos, los niños y, al final, el resto de la gente.

A la llegada a la puerta del Calvario, los esperan las autoridades, acompañadas de la reina y las damas, la banda de música y los “angelitos”, niños menores de 3 años que son vestidos para la ocasión con túnica, capa, aletas de paloma y corona, representando la inocencia de los más pequeños.

Desde aquí, se trasladan todos en comitiva y cantando hasta la iglesia parroquial, donde se hace el reparto del rollo entre todos los participantes de la fiesta.

En la actualidad, no se imprescindible hacer la subida a la ermita para recoger el rollo. Todos aquellos que vienen a disfrutar de la fiesta, activamente o como espectadores, pueden pasar a recoger el tradicional rollo de pan y llavoretes.

Este día, l'Alcora cuadruplica su población con la llegada de gente de toda la comarca y del resto de la provincia, que desde tiempos ancestrales han buscado los favores que el Santo ofrece a aquellos que cumplen con la tradición. Entre estas costumbres, destaca el hecho de guardar el primer rollo que, según la tradición, garantiza no morir de desgracia.

En una resolución de la Consejería de Turismo, fechada el 23 de noviembre de 2009, esta fiesta es declarada de Interés Turístico Provincial. L'Alcora se siente orgullosa de ser la titular de una “romería” única en España.